EL RELATO NACIONAL

EL RELATO NACIONAL , REVISTA SEMANA.
Interesante planteamiento de la columnista de la revista Semana, Poli Martínez  y su visión respecto al verdadero espíritu de nuestra Constitución Política de 1991 , que lleva vigente 26 años  y  en ese lapso de tiempo no se ha podido implementar el mecanismo que le ponga fin al eterno conflicto armado que nos muestra al mundo como una sociedad bárbara y a la vez conflictiva y llena de muchas contradicciones , hacemos todo lo contrario al espíritu de nuestra carta Magna , que propugna por una sociedad incluyente, donde no exista diferencias y se respete la diversidad , hacemos todo lo contrario y el acuerdo de paz ha traído más desacuerdos , que  pareciera que después de tantos años en secular violencia nos cuesta mucho vivir en paz , viendo la violencia como nuestro Estado normal , acostumbrados a que El Estado  es un ente generador de violencia , alimentado por clases políticas beligerantes , que les gusta pescar en río revuelto  para sacar ventajas y seguir manteniendo el poder del Estado.
Pluralidad de partidos políticos trajo la nueva Constitución,  surgimiento de un país laico , que a la postre acepta el influjo de las iglesias de garaje para desequilibrar la balanza  a favor de los que saben como fraguar líneas de poder  y  mantener la hegemonía  de los que se reparten el poder político. Alianzas que sólo favorecen a una clase politica enquistada en las raíces del Estado , difícil  de erradicar por sus grandes tentáculos y mañas .
Difícil responder la pregunta al chico que pide una respuesta que defina en un amplio concepto las características de nuestra amada Colombia , cuando hasta para aceptar vivir en paz recurrimos a medios violentos , será que hemos invertido los valores y de tanto tiempo vivido en la violencia creemos que es nuestro verdadero estado,  sólo  así se justifica que le pongamos tantas trabas  a vivir en paz , o estamos tan apegados a la tierra que no la queremos compartir con los demás,  siendo que la base del conflicto es la tierra que pisamos, entonces pienso que para vivir en paz hay que levantar los pies de la tierra.