EDITORIAL

SE ESTÁ TERMINANDO EL AÑO.

Avanza el año a pasos agigantados, sin querer queriendo el tiempo pasa y en el encierro parece que los días se van más rápido, bueno eso creo yo porque la mayor parte del día la paso durmiendo y a veces me salto una comida porque dispongo de pocas horas para comer, total hay que comer para vivir y no lo contrario, un poco de ejercicio para no olvidar caminar y durar un poco, aunque por prescripción médica lo debo hacer a diario, por lo menos 20 minutos para normalizar el azucar y en ello si que soy religioso, la droga, el ejercicio y un poco de dieta más la tranquilidad aunque el mundo se esté cayendo. Qué bueno en esta cuarentena por ser mayor de 70 estoy recibiendo los medicamentos puntualmente y me asignan la consulta trimestral virtualmente, la verdad me siento satisfecho porque me evitan la salida a la calle y el estrés por el posible contagio al tomar el bus, llevo todo el período desde el inicio de la cuarentena encerrado tanto que ya se me ha olvidado que existe la calle. Ya soplan vientos con olor a Navidad y aunque no pueda salir respirar aires de paz nos da mucha tranquilidad y con ello también se calman las voces de los rebeldes que quieren sembrar el caos, también me distraiga escribiendo y compartiendo reflexiones y vivencias. Los invito a seguir en casa, sólo por necesidad salir a la calle, mantengamos el control por la pandemia y ayudemos a que esta mala hora pase rápido sin tantos estragos.

#Sigamosencasa.