CHEO FELICIANO Y GABRIEL GARCIA MARQUEZ

CIEN AÑOS DE SOLEDAD  PARA GABO Y CHEO. 

A los 78 años, fallece víctima de un accidente de tránsito este gran cantante  de la Fania All Star,  el Portorriqueño  Cheo Feliciano. Curiosamente este mismo día fallece víctima de un càncer linfático nuestro nobel de Literatura Gabriel Garcìa Marquez , con la cifra de su edad invertida  a las  de Cheo 87 años.
De luto se encuentran la  Música y la Literatura, dos grandes eminencias viajan el mismo día  haciéndose compañía mutuamente  al gran encuentro  en la Eternidad. Tanto la música como la literatura son universales y en cabeza de estos  dos grandes personajes, cave decir que  durante sus largas vidas han dejado huellas gigantes plasmadas en el gran pergamino de la vida para la posteridad. Tanto Cheo como Gabo supieron adentrarse en el corazón de la humanidad, esta humanidad  que los vio crecer y cada día disfrutaba  de sus grandes talentos artísticos, Colombia, Puerto Rico, México y el mundo entero comparten el mismo dolor." Anacaona" y "Amada mía", dos grandes éxitos que inmortalizaron a Cheo Feliciano. "Cien Años de Soledad", la novela que inmortalizó a  Gabriel Garcìa Marquez, el famoso Macondo de su realismo Mágico que simboliza el mundo entero, la bella Aracataca  su pueblo natal y su gran legado de cuentos y guiones cinematográficos que nos deja.
 Esta semana santa se lleva a dos grandes ídolos, Jesús quiso que lo acompañaran en este gran viacrucis de mas de dos mil años de Soledad; gracias te damos Padre Celestial por permitir que estos dos grandes de la Música y de la Literatura pudieran compartir sus vidas y sus grandes obras  con esta humanidad que tanto necesita ser comprendida, vidas maravillosas que nos dejan grandes enseñanzas , para ellos en la Eternidad brille siempre la luz perpetua, sus almas descansen  en paz, en esa paz que tu nos regalaste y que cada día compartimos con nuestros semejantes.Que por tu mandato las almas de Cheo Feliciano y Gabriel Garcia Marquez  descancen en tu reino , porque  tuyo es el Reino  y la Gloria por siempre Señor, Amén...
Tres años han pasado en eterna soledad, soledad que vivimos en forma permanente, nuestros olvidados pueblos en una soledad sistemática, su vida transcurre por inercia, a la merced de la suerte y de sus gobernantes que se mueven al son de conveniencias personales, sosteniendo una burocracia que trabaja para mantener el hilo del poder, cien años de historia son como el día de ayer que ya pasó y como la noche que se avecina, igual dice la biblia que el tiempo es una ilusión, para el creador de la vida el tiempo no existe, para nuestros pueblos tampoco existe el tiempo para su progreso. 
Gabriel Garcìa Marquez, el más grande de nuestras letras, desde muy joven tuvo que salir de su natal Aracataca al frío de la capital en busca de progreso, da un salto amurallado heroico y luego aterriza en la Arenosa, su gran odisea termina refugiado en la capital Azteca, que sus puertas abriera luego de verse en peligro durante el gobierno de Gabriel Turbay Áyala, para entonces los simpatizantes de la izquierda eran perseguidos a muerte. 
Cien años de Soledad, nacidos en el exterior, país amigo protector que le ayudara hasta la gloria y le acogiera hasta la muerte.
Hoy cuando estamos en un proceso de paz, tan cuestionado y boicoteado como el mismo Nobel de paz  a nuestro presidente, que gran ironía y que falta de cordura de nuestra clase política que en forma abierta atacan las negociaciones, a las claras se ve que no han padecido los rigores y las atrocidades de la guerra del campo, la que viven los campesinos en medio de dos bandos, El Estado y la guerrilla, en la guerra de los mil dias era igual, allí eran Liberales y Conservadores, hoy guerrilla y Estado son los que desplazan a los campesinos para quitarles la tierra y la paz de sus días. Un conflicto de más de cincuenta años que no quieren que termine para seguir pescando en rio revuelto. Si la guerra tocara la puerta a la clase política nuestra, si sus hijos empuñaran  el fusil y cayeran diesmados por el conflicto otra cosa sería, pero los que luchan son del mismo pueblo, como en los circos romanos, ave César los que vamos a morir te saludan... Mientras el emperador ordena y decide por su indulto. 
La soledad se siente en cada pueblo nuestro y se seguirá sintiendo cada día más mientras el Estado siga el de la vista gorda, haciéndose el desentendido, permitiendo que los vándalos se despachen solos en el secular saqueo de los pueblos nuestros. 


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