HAY DÍAS EN QUE SOMOS TAN MÓVILES TAN MÓVILES. TAN MOVILES

HAY DÍAS EN QUE SOMOS TAN FRAGILES, TAN FRÁGILES.

Como las suaves briznas al  viento y al azar.

que hasta nuestras propias penas el vuelo de un pájaro que cruza y hasta nuestras propias penas nos hacen sonreir, oh vida tan compleja y difícil de entender, cuando piensas que todo está controlado que nada perturbará tu tranquilidad surgen vientos ineluctables que te recuerdan la fragilidad de la vida y los estados mentales por más que quieras controlarlos hay momentos que se te escapan de tus manos. Oh vida tan compleja y difícil de entender tan corto el tiempo que pasamos en esta tierra y nos parece una eternidad, los últimos años de nuestras vidas deben ser dedicados a la meditación a reflexionar sobre lo que hemos vivido y si ha valido la pena haber vivido y si mis convicciones son de verdad ricas en valores que puedan ayudar a la humanidad a eliminar tantos prejuicios que le impiden llevar una vida sin tantas complicaciones, cada uno es dueño de sus pensamientos y de sus sueños, hay que vivirlos sin tratar de interferir en los sueños ajenos.

Hoy me siento triste se que es un estado pasajero, mi tristeza es mía y nada más, como dice Leonardo Fabio en su canción, mi tristeza es mía y nada más, no quiero consuelo, no, no, mi tristeza es mía y nada más... sólo yo tengo la culpa y soy el único responsable, los demás son los demás. Sin querer el castillo que estabas levantando se viene a tierra y el peso del escombro sientes que te asfixia sólo hay que sacudirse y volver a tomar impulso, esa es la vida dice Frank Sinatra hay que aprender a vivirla con sabores y sin sabores, total para qué nos complicamos si nada es eterno en esta vida, estamos en un gran paseo y pasarla bien es nuestra obligación, a veces la tristeza es necesaria la despertar de los estados largos de confort  para seguir trabajando emprendiendo nuevos propósitos.

Es apenas una meditación de vida, quiere decir que estoy vivo y todavía siento, al final la vida sigue igual nos dice Sandro y efectivamente la vida continúa, tal vez mañana me levante sonriendo  gracias padre Celestial por escucharme y por permitirme seguir navegando en este gran crucero llamado vida, los estados mentales afortunadamente son pasajeros y necesarios para sentir la vida y aprender a cuidarla siguiendo los protocolos de bioseguridad.

#Sigamosencasa.