Suave brisa helada por estas tardes el sol tratando de ocultarse con destellos luminosos suaves iluminando el ambiente mágico y desde la altura de un edificio me deleitó en contemplación del bello panorama que muestra a una ciudad con muchas edificaciones que sobrepasan los árboles frondosos que también son estremecido por el viento, me encantan los atardeceres y cada vez que tengo oportunidad no dudo en extasiarme un espectáculo maravilloso que mueve nuestras fibras y nos recuerda que cada vez que se oculta el sol finaliza la energía radiante el motor que impulsa la vida, así lo saben las aves que buscan su nido de refugio, sólo el hombre sigue trabajando con luces artificiales hasta altas horas de la noche.
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