EDITORIAL.
EL MUNDO AL VUELO.
Los tiempos son cíclicos, el mundo de tantas vueltas sin que nos percatemos, como una gran ruleta nuestras vidas también van girando al compás de las circunstancias que se nos presentan, decimos ser dueños de nuestros actos con profunda libertad y libre albedrío sin embargo situaciones involuntarias nos frenan y cambian el curso de nuestras vidas, situaciones como las que estamos viviendo en la actualidad, encerrados por la terrible pandemia debe servirnos para meditar sobre la vida y el papel del hombre frente a los acontecimientos del mundo, por ejemplo en nuestro afán diario nos olvidamos que no estamos solos y como ruedas sueltas cada país trabaja para su propio beneficio y para el de los coasociados sabiendo que habitamos una gran nave llamada planeta tierra y estamos rodeados de la gran naturaleza que a diario emite señales para ser tenida en cuenta y el hombre sumido en su egoísmo y egocentrismo sigue haciendo caso omiso a sus voces de auxilio, la rapaz contaminación, la deforestación y la extinción de las especies animales todavía no encuentran eco y sin aprender la lección seguimos sólo en la lucha por la supervivencia, sálvese el que pueda, almacenando riquezas mientras media humanidad muere por inanición. Cuál será el fin del mundo con tantas profecías y vaticinios, tan fácil sería vivir sin tanto rencor, egoísmo y maldad de mentes perversas alimentadas por el odio, hay que sembrar la simiente de una humanidad con mucho amor en sus corazones, la vida puede ser más placentera si lograremos desarmar corazones violentos alimentados por la maldad, sólo el hombre es la única especie animal capaz de reflexionar sobre si mismo y sobre las demás especies, es el verdadero Rey de la creación. 

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