EDITORIAL
MÁS QUE SILENCIADOS POR LA PANDEMIA.Tal como se están dando las cosas hay asuntos más importantes que tratar, nuestra mayor preocupación debe estar centrada en cómo salir de este letargo en nuestras vidas, se habla de un mundo silenciado donde todos estamos sumidos en un estado de desconcierto, hay algo que nos mantiene encerrados más no incomunicados porque la virtualidad es tan real que ahora en vez de aunar esfuerzos para combatir al enemigo nos dedicamos a pelear entre nosotros mismos, enfrentamientos que a nada bueno conducen. Hay muchas fallas en nuestro sistema de gobierno, no es el momento de estar discutiendo cuál es el mejor sistema, la pelea no es entre nosotros mismos es con el enemigo invisible que ha causado este desajuste en la economía y la salud mundial. Pensar en una nueva Constituyente para conjurar los males que nos aquejan pretendiendo que ésta sea la panacea para erradicar los vicios de nuestras instituciones es volver a sacudir ese pasado tenebroso que estamos dejando atrás , 29 años cumplió nuestra nueva Constitución, yo diría que es una de las mejores del mumdo, también una de las más extensas y reglamentarias, tanto que a la fecha todavía quedan muchos artículos que necesitan reglamentación, sin embargo todos los males que nos aquejan queremos achacarlos a la nueva Constitución, nuestros males son el producto mismo de nuestra idiosincrasia y el querer manipular hasta la ley a nuestro antojo, aunque a veces la gran falla nuestra es que ciertos cargos importantes son fichas puestas por los políticos para sus propios intereses, sólo eso le cambiaría a la nueva Constitución, los magistrados de las altas cortes deben ser bien seleccionados, lo mismo que el fiscal, el procurador, el defensor del pueblo, el contralor y todos los funcionarios cuyos cargos de vigilancia y control.
Todo esto lo podemos conseguir en su momento, el país no se puede distraer, no se puede bajar la guardia, ya hay manifestaciones por las calles en vez de estar concentrados en derrotar la pandemia, la gente se enloquece y se olvida de su propia salud.
#Sigamosencasa
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