CUANDO NUESTROS PADRES ENVEJECEN.

CUANDO NUESTROS PADRES ENVEJECEN.

Qué dicha tan grande ver envejecer a nuestros padres, poder sentir que su amor nos sigue acompañando, solo gocé a mi madre llegando a los 90 años de existencia, todavía estaba dura y en plena lulucidez mental, su vida fue un naremagnum de angustias, al tener que dirigir sola el gran barco de la vida, tripulado por doce hijos huérfanos a temprana edad, el capitán murió temprano, a escasos cuarenta y seis años de vida, me privó de verle envejecer. 

Qué lindo debe ser ayudar a envejecer a nuestros padres, así cono ellos nos ayudaron en el proceso de nuestro crecimiento, dejarlos hablar y hablar como ellos lo hicieron en nuestra niñez, dejarlos que disfruten con los pocos amigos que le sobreviven y conscientan mucho a los nietos de su preferencia, que sigan atesorando objetos viejos que siempre les han acompañado, al fin sienten que es lo único que les pertenece, dejalos que se equivoquen una y mil veces como tu lo hacías mientras ellos se reían a carcajadas festejando tu tierna inocencia, en una sola palabra déjalos vivir su propia vida, procura hacerle muy felices en ese tramo final del gran recorrido de su larga existencia dedicada en su mayor parte a tus cuidados y entregarte a esta sociedad donde estás compartiendo, solo tu haz sido la razón de su existencia. Valora mucho a tus viejos y aunque al final no recuerden su propio nombre y mucho menos el tuyo, tu si sabes cuanto te quisieron, es tu deber protegerlos hasta el final de sus días, con el mismo amor y afectos que te dieron debes corresponderle. Debe ser muy triste no poder escoger el día de nuestra partida, nos volvemos cosas desechables después de darlo todo en esta vida, recuerda que al final recibirás la recompensa, porque con la vara que mides serás medido, nuestros hijos serán nuestro espejo que refleje nuestro comportamiento con nuestros padres, esa es la ley de la compensación de la vida, amemos a esos viejos queridos.