LOS TOBOGANES DE NUESTRA INFANCIA.

LOS TOBOGANES DE NUESTRA INFANCIA.

Ver esta maravillosa foto me traslada a mi niñez en mi pueblo, cuánta delicia en la finca Por el Punto de mi abuelo materno, para fin de año terminaba inundada por la creciente del Magestuoso Río Grande de la Magdalena, nos mandaba a cuidarla, pasábamos todo el día nadando y nos lanzabamos de los árboles cual toboganes arrastrados por la corriente, igual en el pueblo había un frondoso árbol de pivijay a la orilla del río, sus ramas que  colgaban hacia el río nos servían de trampolín para el salto a las turbulentas aguas del Magdalena,  más adelante también existía un viejo muelle de la desmotadora de algodón, aún en el río profundo y con remolinos solíamos hacer clavadas espectaculares, grandes recuerdos de una etapa maravillosa de nuestra niñez en el campo.