LA NOSTALGIA POR LOS AÑOS PASADOS Y EL ENCIERRO NECESARIO
Inevitable experimentar tristeza y mucha nostalgia por los años pasados en aquellos tiempos con nuestros ancestros, en aquel bello pueblito olvidado. La vida sigue su curso, nuestras vidas han cambiado, con el paso de los años nos vamos transformando, todo ha ido cambiando en la dinámica diaria, nada crea, nada se destruye , todo se transforma, lo único que permanece incólume es tu yo interno que por más que quieras ser diferente te llevará por la pendiente tan veloz y acelerado por los senderos de la vida, sin pensarlo te ves inmerso en una cantidad de años que te caen encima y a veces te cortan la movilidad, muchos años más viejo, añorando aquella juventud y su gran vitalidad compartida con personas maravillosas que te ayudaron a seguir el camino correcto y la pista de aterrizaje final donde terminará tu vida. Experimentar esto es normal en este encierro forzoso, recuerdos maravillosos de mi niñez en el campo florido en esa primavera adornada con flores silvestres y la fragancia y aroma de las plantas silvestres, oh bella vida cómo cambiaste, añoro las caricias de mi abuela cuando me arrullada en sus brazos y entre sus piernas me sostenía y me cortaba el pelo, no había mejor peluquero y nunca uno mejor que sus tijeras, cuando me caía de la cama y me despertaba con el golpe de las tablas debajo de la suya, cuando a mi llamado acudías y la lámpara de acpm encendias, Marcede te decia, qué mijito, me caí de la cama, o empapado hasta los huesos por el frío me despertaba, no decías nada, con tu paciencia me limpiabas y ropa nueva me colocabas, a la intemperie por las noches sentados juntos matando zancudos, contando historias fantásticas bajo la luz de la Luna y el cielo estrellado, luciérnagas a su paso y lechuzas cantando, la hoguera que el abuelo hacia de cáscaras secas de coco para alejar a los zancudos, bellos tiempos, años maravillosos, pescando contigo abuela Mercedes a orillas del río, verte sacar grandes peces y luego el abuelo colgaba en el travesaño de la casa, colgando la cola arrastraba hasta el piso, una boa recorría los palos internos del techo de palma, perseguía los ratones por las noches, eso era normal, sin sentir miedo la veíamos pasar, como una mascota de la familia, los perros fieles compañeros saltando en la grama donde nos revolcábamos a diario, ver pasar por el camino real tantos transeúntes, los burritos orondos con sus cargas , felices porque además llevaban reservas de hierba para comer por la noche. Cómo no he de extrañar y porqué no añorar ese bello pasado en la finca Por el Punto, así se llamaba la bella finca de mis abuelos. Tengo derecho a experimentar tristeza y mucha nostalgia por esos años maravillosos y poder narrar hoy día del idioma, hermoso legado español, por siempre valorado como el mejor de lo mejor, FELIZ DIA DEL IDIOMA,,,! #Seguimosencasa, #Conlasmanoslimpias.
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