ARISTÓTELES Y LA POLÍTICA

ARISTÓTELES Y LA POLÍTICA.

NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS, NI PUEBLO QUE LO RESISTA.

Aristóteles y la política, al través de la historia contemporánea, sus enfocados conceptos jamás pasan de moda, es el padre de la política cuando  define en un postulado que la política es un arte muy sutil y delicado, es el arte de gobernar a los pueblos. El gobernante gobierna a su pueblo buscando y procurando el bien común, sus actos de gobierno deben estar encaminados a lograr un Estado que respete la democracia, es decir el gobierno del pueblo, una democracia representativa a través de los elegidos.
Los actos de los gobernantes se van moldeando a criterio de su política y forma de querer gobernar, que no debe ser otra que la que se comprometió con su pueblo. Aunque la moral no es derecho el derecho debe estar ajustado a la moral y Aristóteles dice que la excelencia moral es el resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia, templados realizando a tos de templanza, violentos realizando actos de violencia, más el verdadero líder no debe cambiar, debe ser consecuente con su programa de g teobierno ajustado a la verdadera democracia, ante todo ajustarse al respeto y cumplimiento de los mandatos constitucionales, asumiendo la conducta del justo para gobernar, esa misma que necesita su pueblo.
Un gobernante que en medio de su mandato cambia las reglas de juego, es decir sus hábitos se vuelven violentos y utiliza la represión para mantenerse en el poder, automáticamente está incumpliendo con el mandato de sus electores, se transforma en un vil dictador, porque sería absurdo que un pueblo disfrute los maltratos, la pérdida de las libertades, la pérdida del poder de decisión, a menos que sean fanáticos masoquistas que les guste el sufrimiento.
Los Estados son soberanos  y la soberanía reside en el pueblo, es el pueblo el dueño de la acción, el gobierno es puesto por el pueblo para que lo represente jurídicamente, más el gobernante jamás es dueño del Estado, es un mero administrador de éste. En todo el tiempo el pueblo puede revisar el contrato de administración, más el tirano, porque así se ha constituido, por tener el mando del poder coercitivo, las fuerzas armadas, se siente respaldado y masacra a los que lo llevaron al poder. No hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista.