MI SANGRE CAMPESINA

MI SANGRE CAMPESINA
Ahora que me encuentro libre de toda atadura en  el campo laboral y profesional se me despierta el interés por las letras, pensar que desde mis inicios en los estudios primarios era renuente a pasar en limpio todas las lecciones que copiaba en las libretas de borrador, aunque esto significaba una gran ventaja por lo que se dice que transcribe estudia dos veces y también para los exámenes previos y finales de los años, pensar que me tocó una época difícil debido a la gran complejidad de los exámenes finales que todos eran orales, parado frente a un jurado seleccionado por el colegio, personas de gran trayectoria académica: El señor inspector de educación del departamento del Magdalena, El señor Cura Párroco,  El señor Alcalde Municipal, distinguidas personalidades del pueblo y yo frente a ese jurado especializado   temblando de miedo, con los mojones cruzados, sobre todo en mi estado de campesino que había vivido todo el tiempo con mis abuelos maternos en una finca cerca de la cabecera municipal, nací en el campo y en él viví  hasta los quince años, cuando al terminar mis estudios primarios mi santa madre quiso que siguiera estudiando, soy el octavo de una familia de 12 hermanos, ninguno de mis hermanos quiso estudiar, desde temprana edad comenzaron a ganar plata cultivando la tierra, además con saber leer y escribir y aprender las operaciones fundamentales estaban sobrados,  seis mujeres y seis varones, mi padre un gran hombre, de grandes sentimientos, de gran corazón,  el mayor de su familia de 13 hermanos, el más simpático y carismático de todos, era el cacique de los Domínguez Almarales, prestó el servicio militar en Bogotá,  formó parte de la Guardia presidencial y regresó a @Sitionuevo con una excelente libreta militar, su familia era muy pobre y éste luchó para sacarlos avante,  no le alcanzó lo vivido para cumplir su objetivo, era muy parrandero y de grandes celebraciones que prolongaban por muchos días, por las madrugadas hacían sancochos de gallina de patio robadas, era la costumbre en el pueblo, por la mañana el dueño les pasaba la factura. MI padre era un campesino y sembraba a gran escala  , toma en arriendo varias hectáreas de tierra y sembraba a lo grande, con trataba muchos jornaleros que todas las noches llegaban a la tienda de víveres del tío Tarquino  a buscar su diario. Recuerdo mucho que se levantaba muy temprano a comprar la carne del sancocho en el mercado en la plaza a orillas del @Río Magdalena. Qué delicia de sancocho servido en hojas de plátano a ras del piso, cucharas de totumo, era estilo Buffet, cada quien comía lo que más le gustaba, era tanta la apretada que uno se pegaba que le costaba trabajo levantarse de la mesa a ras de piso, luego la sobre mesa o postre, tajadas de patilla, papaya o melón. 
En el pueblo nuestro abuelo materno   don Manuel Octavio Cervantes Gutiérrez  sólo tuvo dos hijas y se casaron con dos hermanos Domínguez Almarales, Mi padre Enrique y mi tío Tarquino, hermanos muy unidos que siempre estaban juntos de esa Unión resultaron 21 nietos para el abuelo Octavio,  construyó con sus propias manos una casa enorme que hacía una forma de ele en un cuarto de manzana, del lado de la calle de techo de Tejas de cemento, por la carrera de techo de palmiche, un enorme patio lleno de muchos árboles frutales, mi madre tenía un bello jardín de rosas, las paredes  medianeras era  de ladrillo, nuestro sitio favorito para correr encima de ellas, en un rincón del patio permanecía una gran pila de arena, allí nos revolcábamos todo el día jugando, fue una infancia maravillosa, el abuelo nos traía muchas frutos de su cosecha en  la finca- Por el punto- Tengo grandes recuerdos de mi vivencia con mis padres en la finca -COCO SOLO- los primeros años de mi vida vivíamos en  un rancho hecho de Palmas encerrado con tablas de madera, las camas estaban cubiertas con toldos de tela para proteger de los mosquitos, rodeada por muchos árboles de coco, mango, guayaba, níspero Tamarindo, a orillas del caudaloso @Río Magdalena,  aguas turbulentas y un río lleno de muchas especies marinas peligrosas ,los tiburones y peces espadas así como sábalos inmensos surcaban las turbias aguas hasta 30 kilómetros adentro del río, caimanes peligrosos que   sembraban  pánico y terror, aún quedaban muchos manatíes, además de cultivar la tierra mi padre en una canoa recogía la madera que arrastraba el río, hacia unos arrumes inmensos que luego vendía a los fabricantes de ladrillo. Era la época esplendorosa   de los barcos de vapor, tal vez en sus postrimerías más yo alcancé a conocerlos y recuerdo cuando atracaban en la finca de mi padre, era el único lugar donde hacían escalas para saborear un delicioso coco de agua, cómo le gustaba a los turistas del interior del país, muchos barcos surcaron el Magdalena,aún en mi mente guardo el recuerdo de sus chimeneas con nubes de humo denso grisáceo y un pito característico semejante a los trenes y el Fon Fon del motor a vapor, grandes ruedas que salpicaban el agua del Río, para la época eran naves modernas, las había de turismo con casinos ambulantes, los ricachones se daban la gran vida . 
Sitionuevo un gran pueblo sembrado a orillas del caudaloso @Río Grande de la Magdalena, cuna de grandes intelectuales regados por todo el mundo, estos hijos de los ricachones del pueblo terminaban los estudios secundarios en @Barranquilla y luego los superiores en el extranjero, la mayoría no regresaba, se casaban en el extranjero, muchos médicos especializados para gran orgullo de sus padres, aunque este gran éxodo significaba una gran pérdida para @Sitionuevo que con el de curso del tiempo termina siendo un gran pueblo fantasma habitado por gente de otras latitudes,  tuvo su gran apogeo en época remota, cultivos a gran escala de algodón,  grandes extensiones de ganadería, muchos productos agrícolas y pesqueros en la Ciénaga Grande y en el Río Magdalena su gran aliado , su prosperidad le dio mucha fama y muchas familias prestantes se instalaron con grandes almacenes de telas, ferreterías, fábricas de perfumes y licores, era el pueblo más próspero de la región,  sus fiestas patronales tenían fama a nivel nacional, por el río pasaban los barcos de vapor en su recorrido a lo largo de todo el país, tanto que en los años 50 se filmaron algunas escenas de la película Fuego Verde de la princesa de Mónaco Grace  Kelly.
Nací en esta bella tierra en una finca a orillas del Grandioso Río Grande de la Magdalena,  vivía con mis padres y hermanos en un rancho de paja en medio de muchos árboles de mango y cocoteros, eran tiempos maravillosos disfrutando del campo, comiendo frutos directamente de los árboles,  bañándome y pescando en las turbias aguas del río en medio de mi inocencia disfrutaba el contacto con la naturaleza, jamás pasó por mi mente salir del campo y mucho menos abandonar a mi pueblo natal que había dado tantas alegrías, sin culpa alguna poco a poco me fui alejando del campo en busca del progreso, más allá donde vierte sus aguas el caudaloso Magdalena había una ciudad con los brazos abiertos que me seducía,  también esta despegando al progreso cuando en  el año 1965 llego de la provincia con muchas aspiraciones y ganas de seguir adelante, traía un costal vacío para llenarlo de triunfos más que fracasos, no tenía intención de quedarme, más poco a poco me fui involucrando hasta quedar sembrado y desarrollar grandes raíces que me hacen imposible regresar a mi tierra de origen. Gracias @Barranquilla por tu gran acogida.

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