LA FIESTA DE PENTECOSTÉS

LA FIESTA DE PENTECOSTÉS
El gran misterio de la Iglesia Católica se celebra hoy 31 de Mayo con el oficio de la misa en la capilla Sixtina del Vaticano, el mundo católico pendiente en estos momentos de pandemia donde el encierro nos mantiene sumidos en en la incertidumbre de poder salir ilesos ante esta gran amenaza viral. Hermosa y sencilla ceremonia precedida por el papa Francisco, con la sencillez que le caracteriza y su escasa movilidad por el peso de los años, explica el influjo del Espíritu Santo en cada apóstol del cristianismo que se manifiesta en forma de lenguas de fuego sobre cada discípulo infundiéndoles sabiduría y especialmente el don del entendimiento para que su mensaje evangelizador sea escuchado en el idioma de cada feligrés, es algo maravilloso parecido a los traductores que usan en las asambleas de las Naciones Unidas para escuchar los mensajes en su lengua original. Eran muchos los pueblos y muchos los idiomas y poder llegar a cada uno con la admiración de los no creyentes que se maravillaban de esos políglotas  y humildes pescadores usados por Jesús para transmitir y difundir su doctrina de amor. Hermosa homilía de Francisco basada en el análisis de tres palabras claves que resumen el comportamiento del ser humano : Narcisísmo, victicismo, pesimismo. El narcisista sólo se ve a si mismo, su imagen en el espejo es lo primero, primero yo existo, el mundo debe girar en torno mío. El victicismo , es el quejoso, todo el mundo está contra él, es la victima que vive quejándose de todo y por todo, nada anda bien, siempre es la victima. El pesimismo  es la persona que vive inmersa en la oscuridad, todo está mal, el mundo es un desastre total, nada volverá a ser igual, se pierde la esperanza. El don de la vida nos cura de esas tres malos pensamientos y estilos de vida patológicas, del espejo, de las quejas y de la oscuridad. El don de la vida es Dios, él nos cura de esos tres males que rondan en nuestras vidas, Dios es armonía, amor y fuente de vida saludable. Independiente de la religión que profesemos este mensaje es una gran lección de vida, la que necesitamos en estos momentos de pandemia, dará un gran respiro a esta angustiada humanidad.#Sigamosencasa.
 
 
 
 
 
 
  

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