CUCHILLADAS DEL RIO SOBRE EL MAR

TAJAMARES DE BOCAS DE CENIZA, cuchilladas del Rio sobre el Mar Caribe.

Las bocas de ceniza, lugar donde las aguas del Rio Grande de la Magdalena luchan con las olas del Mar para verter sus turbias aguas y los troncos de los árboles y batatillas que se posan sobre las playas del Atlántico. Hermoso sitio donde se aprecia el bello espectáculo del cruce de aguas , las olas que se estrellan contra las grandes rocas, salpicando con el rocío helado del agua, una deliciosa brisa marina , que mitiga los fuertes rayos solares, la vista de barcos mercantes cargados de muchos contenedores,  se pasa un delicioso día a la intemperie. Se respira una profunda paz olvidándonos de las culebras...!

Un domingo del mes de Enero de 2012, después de las festividades de fin de año, en un despertar muy temprano para emprender un paseo hacia el tajamar de Bocas de Ceniza, lugar paradisíaco donde confluyen  las aguas del Río Grande de la Magdalena y el Mar Caribe y mas que todo para realizar una pesca artesanal con anzuelos, carrete y nylon. El día pintaba bueno,  una deliciosa y refrescante brisa invitaba  al paseo, pese a que esto no era bueno para mis intenciones de pesca , ya que los peces con esta se alejan de la costa.LLegué al corregimiento de las flores, lugar donde se consiguen las provisiones, las carnadas, los anzuelos, el hielo, las cervezas y un rico y delicioso desayuno con unas tortillas de pescado frito con yuca cocida y un pocillo de tinto.De aquí parten los trenes artesanales con los turistas que vienen de todos los rincones del país a conocer el Tajamar; estos trenes son impulsados por un motor de gasolina que se desplaza por los antigüos rieles del tren que en época remota transportaba la carga  a lo largo del tajamar y que hoy por razones del modernismo yace en la completa ruina dejando una estela de recuerdos y vivencias que hoy son historia patria; debió ser una época maravillosa, cuando todavía existían los barcos de vapor en la navegación por el río magdalena.Estos trenes artesanales tienen poca capacidad de carga, algunos veinte o treinta pasajeros; lo curioso es cuando en el camino se encuentran dos de ellos porque solo hay dos rieles paralelos , entonces uno de ellos tiene que ser sacado de la vía maniobrado manualmente por los ayudantes.Siempre hay que caminar como un kilómetro para llegar hasta la punta del tajamar, porque la vía está dañada y los rieles ya no existen, algunos han sido hurtados y otros destruidos por la acción del tiempo.El tajamar tiene una longitud de ocho kilómetros y está construido sobre piedras montañosas, las laderas con inmensas rocas que día tras día tiene que soportar los embates de las olas tanto del río como del mar y allí se levantan cambuches hechos con madera y plástico donde habitan los pescadores que viven por temporadas de la pesca  con cometas diseñadas especialmente para esta actividad. Durante el recorrido en los dos primeros kilómetros se encuentra el balneario de puerto mocho, lugar donde acuden  a bañarse las personas de escasos recursos económicos, llegan muchos buses, taxis, carros particulares y muchos de a pie, deben ser los residentes de las flores. Un kilómetro  más adelante está la segunda entrada de puerto mocho, este es un oasis en medio del tajamar, aquí hay varios restaurantes y un pequeño caserío habitado por pescadores de pesca con trasmallos. Aquí se encuentra uno en particular atendido por su propietario don Victor, persona de un trato muy amigable, que con su atención hace que quedemos con ganas de regresar, su caseta está bien adornada con réplicas de especies marinas, algunas en extinción.Aquí se consiguen cervezas bien heladas, comida de mar deliciosa, sopa, pescado frito con ensalada y patacones,aquí también se puede tomar un baño de mar en un pequeño puerto pesquero.Hasta aquí se puede llegar con vehículo, para llegar a la punta del tajamar hay que esperar el tren o tomar un mototaxi, eso sí, la moto va brincando por encima de las piedras  y esos seis kilómetros encima de la moto lo dejan a uno viendo un chispero, yo personalmente prefiero caminar por espacio de media hora.En el camino se encuentra muchos restos de culebras que durante la noche salen , también  se siente el ruido de las olas y el silbido del viento que para esta época sopla muy fuerte y aquí se siente con mucho rigor, las olas cuando se estrellan en las rocas lanzan destellos de agua bien fría, pero mas que todo se sienten los rayos solares.Les estaba contando que mi interés era la pesca, pero al llegar y de arrancada con esa brisa tan fuerte y después de lanzar varias veces el anzuelo y sacar tanta basura de tarullas arrastradas por la corriente del río me abrí y me resigné a disfrutar del bello panorama, acostado en la última piedra del tajamar, era tan fuerte la brisa que no me podía mantener  de pies, porque la brisa me derribaba. Bello espectáculo cuando se avecina un barco cargado de contenedores y la lancha de los capitanes de puerto guiándolo hacia el muelle de puerto.Al otro lado del tajamar está el dique direccional construido no hace mucho tiempo para contrarrestar la sedimentación del río.Les cuento que pese a que no pesqué ni un solo pez me sentí muy complacido, pasé un día maravilloso, pienso que se tiene abandonado a esta gran maravilla  y ya es hora de pegar el grito en el cielo para que se vuelva la mirada hacia este viejo tajamar para gloria nuestra y de nuestro país.
Sería bueno que ahora que el Dr Alex Char le está volviendo la mirada de Barrranquilla al mar ,también le ponga la mirada a este viejo tajamar y lo condicione  como un verdadero sitio turístico  , sobre todo ahora que se está esperando el cargue y descargue en Fondeo,  con el  dragado del Río Grande de la Magdalena.Hacerlo mas  llamativo al turismo , sobre todo diseñar un medio de transporte moderno  y restaurantes típicos a orillas del Rio y del mar.

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