EL NUEVO PUENTE PUMAREJO.
EL NUEVO PUENTE PUMAREJO.
Barranquilla, bella ciudad privilegiada y savía joven del árbol Nacional, se refiere al sumo del árbol , señida de agua y madurada al sol, bella estrofa de su himno de la inmortal poetisa Amira de la Rosa, brisa , sol y mar, ambiente de mucha rumba y folclórica gente , gran remanso de paz donde viajero que llega se amaña ; qué más se le puede pedir a ésta bella ciudad caribeña , el único puerto fluvial y Marítimo de Colombia. A propósito del tema portuario y la pérdida de la navegabilidad del río causado por la misma desidia del Estado que a propósito le dio la espalda, dejándolo a la merced de la intemperie y agónica supervivencia, desde el momento en que se fueron los grandiosos barcos de vapor el río fue abandonado , siendo que es el tesoro más valioso de la Nación, tanto valor histórico como fuente de vida de muchos pueblos sembrados en sus riberas y que año tras año siguen saciando su sed con sus aguas benditas.
Cuando llego a Barranquilla en el año 1965 , para ir a Santa Marta se iba en buses y para atravesar el río se abordaba un Ferry Boat, que tenía espacio para muchos vehículos, curiosamente para esa época apenas estaba conociendo la capital de mi municipio Sitionuevo, siempre tuve la idea de que Barranquilla era nuestra capital y estoy seguro que así ocurre con todos los pueblos ribereños del Magdalena. Todo el intercambio comercial y cultural de nuestros pueblos del Magdalena se realizan con Barranquilla, Sitionuevo y Barranquilla comparten lazos históricos al través de la historia, fundamentalmente por el comercio del ladrillo horneado en los tendales de Sitionuevo, nuestra tierra para fabricar ladrillos se trasladó a Barranquilla, miles de edificaciones barranquilleras se levantaron con ladrillo de Sitionuevo, enormes botes de mucho calado transportaron millones de ladrillos cocidos en los tendales de Sitionuevo, recuerdo mucho los destartalados carros usados para transportar el ladrillo y la leña usada para los tendales, leña que se cogía del Grandioso Río Grande de la Magdalena, mi padre Enrique Domínguez Almarales tenía una finca a orillas del rio y a diario recolectaba la madera que viajaba por el río, hacia unos arrumes grandotes y luego la vendía a los fabricantes de ladrillo; también al lado de la finca existía un puerto especial para los botes de ladrillos , los carros destartalados no tenían freno y el ayudante del camión se bajaba y con un tronco de madera frenada la llanta delantera , ja,ja. Y para encender el motor de carro no usaban motor de arranque, con un manilleta le daban arranque de encendido al motor.
Volviendo al tema de la pérdida de navegabilidad del Grandioso Río Grande de la Magdalena , también grandiosa decisión de nuestra Carta Magna de 1991 , que ha hecho justicia recobrando la importancia de nuestro olvidado río al través de muchos años, porque no hay políticas de Estado consecuentes con lo que verdaderamente es importante para el País Colombiano, hay que acabar con las fobias regionalistas y darle valor a las regiones por sus propios méritos , al César lo que es de César , nuestra región Caribe siempre marginada de las grandes decisiones estatales y aún así hemos seguido avante.
Tristemente vimos la torpe decisión de tercer presidente del Frente Nacional, Dr Carlos LLeras Restrepo, un gran estadista y buen presidente por cierto, pero se le fueron las luces y quedó corto en visión cuando autoriza la construcción del puente Pumarejo con tan bajo Galibo , la mitad de lo que se había proyectado; hoy haciendo justicia y sólo por recobrar la navegabilidad del río construyen uno nuevo con los 34 metros exigidos en la navegabilidad y eso porque el interés es mayor desde las ciudades del interior en el famoso Cargue y Descargue en Fondeo , que entre otras le restará importancia a nuestros puertos locales. Da tristeza ver que este bello puente símbolo de Barranquilla, con tan corta vida 40 años tenga que ser demolido e ingrese a los monumentos de la desidia Nacional.
Unido al proyecto de recuperar la navegabilidad del río está la controvertida avenida de la vía de la prosperidad, hay mucho interés no sólo porque le dará vida y progreso a los pueblos ribereños del Magdalena sino porque esta será la vía más corta para movilizar la carga al interior del país, me alegro mucho por mi pueblo Sitionuevo Y por todos los pueblos amigos, incluyendo a mi Bella Barranquilla que también le está Volviendo la mirada al Magestuoso Rio Grande de la Magdalena.
No todo es malo ahora que estoy recordando cómo se ganaban la vida nuestros ancestros en la orilla del rio recogiendo pedazos de madera para alimentar los hornos de fabricación de ladrillos, y viendo a la vez que cada día el río arrastra más desechos contaminando el mar, se me ocurre que en los pueblos ribereños se pueden construir fábricas de papel usando como materia prima la madera del rio y esto a la vez contribuiría grandemente generando fuentes de empleo y limpieza ,belleza de las playas del Atlántico.
Tan ilusionados estábamos con los grandes proyectos de devolverle la navegabilidad al grandioso Río Grande de la Magdalena, que al ver la realidad de los hechos no queda más que estar a la espera de un gran milagro, nuestro sistema de contratación administrativa tan complejo y tan vulnerable que sirve más de fortín político que otra cosa, cantidad de obras adjudicadas sin control que terminan costando hasta 4 veces lo presupuestado y el colmo que los contratos se celebren en forma precipitada por el funcionario a punto de salir y además del enredo en la intervención de entes nacionales, departamentales, distritales, cada uno colocando sus condiciones. Hay una gran falla en la ley de contratación que se hace necesario una gran reforma, hay que crear un solo ente que administre todos los contratos estatales a nivel nacional. Mientras sigamos como estamos jamás tendremos obras realizadas en tiempo y valor estipulado, para muestra la vía de la prosperidad que con tanto rife y rafe no podrá realizarse porque se agotó el presupuesto y su valor real terminará siendo 5 veces lo presupuestado. Ni que decir del dragado del río que está más en chino, con los escándalos de la Odebecht quien sabe cuando empiecen el dragado, lo único que parece ser real es el nuevo puente pumarejo que ya casi está terminado.
La contratación administrativa, toda una ciencia ficción donde nuestra clase política, la principal protagonista se inventa tramollas para defraudar al Estado, una serie de principios y valores que sólo son de perendengues, porque cómo se ingenian para sacar la plata, la mayoría de las obras quedan inconclusos y sus costos elevados en progresión geométrica, para muestra un botón, con bombos y platillos se anuncia la vía de la prosperidad y la navegabilidad del Río Grande de la Magdalena, se adjudican los contratos a la carrera, sin estudios previos ni licencias ambientales, una demasiada prisa para que se haga en el periodo del funcionario, es decir antes de que llegue el sucesor, hay mucha ligereza y muchos intereses en juego. Definitivamente nuestra contratación administrativa está en cuidados intensivos, necesita una urgente revisión, pero claro quien puede promover esta reforma, si así como está le sirve de maravillas a la corrupción del Estado. Hay que crear un solo ente que se encargue de todos los contratos Estatales, porque los muchos que intervienen además de hacer más onerosas las obras, le cargan un sobre costo hasta más del 100 % del valor real de la obra.
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