SER PADRE ALGO MAS QUE UN MACHO REPRODUCTOR.

SER PADRE , ALGO MAS QUE UN MACHO REPRODUCTOR.
Ser padre debe ser una gran bendición divina, la paternidad es el don más  grande de la vida, ser padre a la vez implica una serie de compromisos que deben emanar del corazón , es entregarse por completo a ese ser indefenso que por mandato divino hemos creado y que necesita de nuestros cuidados , porque a diferencia de los animales inferiores que se rigen por sus instintos los hombres necesitamos aprender para vivir en sociedad y la figura del padre debe estar presente tanto económica como emocionalmente para la formación integral de su retoño. Nada justifica el cruel abandono de un padre por su hijo, seres desnaturalizados que aunque cuenten con la mayor preparación intelectual actúan  como los más  bajos seres humanos, aún  las especies menores dan a diario lección  de mucho amor y ternura, hasta los más  fieros animales salvajes se desviven por sus cachorros, nosotros somos los verdaderos salvajes, que tenemos que  ser obligados  por la ley para alimentar a nuestros hijos y a veces paradójicamente son  las personas que más  conocen las leyes y viven de su ejercicio.Qué  pena merecen esas personas.

La vida comienza por un acto y por un acto se acaba; el hombre es el actor de la creación; el macho de todas las especies cumple esta función, los animales se aparean espontáneamente, siguiendo un instinto, el hombre lo hace por un acto de amor; amor que muchas veces perdura en el tiempo, es lo ideal, otras desaparece por arte de magia. Los hijos son la prolongación de la especie y deben ser el fruto del amor de sus padres; el verdadero padre no es ese macho reproductor e irresponsable que va dejando una estela de hijos por doquier abandonándolos sin importarle  su suerte. Qué pena merece un padre irresponsable e indolente que se pierde de la maravillosa evolución de su hijo, fruto de su sangre, de su estirpe, verle crecer y compartir a menudo sus alegrías y sus tristezas, nada en la vida justifica ese acto infame y cruel del cobarde abandono de un padre por su hijo, este no debería llamarse padre sino macho reproductor , porque ser padre es algo más que eso; un verdadero padre vive en función y para el hijo, queriendo lo mejor para él , sin importar la edad que tenga, en todo momento de su vida está ahí para ayudarle a crecer y a salir adelante sembrándole la simiente para que esa gran enseñanza y don de gente  la transmita a su generación.
Yo amo a mi padre , mi padre fue mi gran amigo, mi padre fue mi amigo fiel, él se complace con migo y yo me complazco con él..., dice esa bella canción vallenata., el poco tiempo que compartí con mi padre fue de mucha calidad, murió siendo yo un niño, escasos ocho años tenía desde aquel aciago día que me arranca lágrimas recordarlo; siempre crecí con la ilusión de verlo regresar, me decían  que se había ido a un viaje muy largo, bastante largo lleva 62 años y aún no regresa, su imagen me acompaña siempre , pienso que es mi ángel guardián, era un hombre muy generoso, amaba a sus padres y a sus hermanos, me ha dejado un gran legado y es el sentido de la amistad, tenía muchos amigos que lloraron su partida, a pesar de ser el más simpático y bien parecido de los 13 hermanos Dominguez Almarales, solo con mi madre tuvo hijos, 12 en total, doce hermanos huérfanos a temprana edad , mi pobre madre estoicamente se las ingenia para levantar nuestro sustento, fue una verdadera mártir de aquel calvario.Los hijos de Enrique Dominguez Almarales, cada año lamentamos su partida, han pasado 62 años y  en cada aniversario le llevamos flores a su tumba en Sitionuevo.

Crecer sin un padre a su lado no es fácil, a mi me ha tocado hacerlo, sufrí, padecì, lloraba sin cesar, solo con mis penas en la lucha por la supervivencia y preparación para mis logros; muchas personas generosas me ayudaron de corazón, mi abuelo materno del que guardo eterno agradecimiento, mi tio Tarquino que me adoptó como su hijo y me dió mucho amor, pero nadie suple el amor de un padre por su hijo, sin embargo seguia venciendo obstáculos  buscando el norte hacia la meta propuesta, porque aunque comienzo tarde mis estudios, nunca es demasiado tarde cuando se tiene una meta propuesta y no me resigno a pasar por este mundo sin dejar una huella perdurable, esa es mi misión en esta vida ; hoy  llegando a los 70 años pienso que debo seguir remando, soplan vientos favorables y la meta debe estar muy cerca. Doy gracias al padre celestial por la vida de mi padre , aunque corta supo sembrar en terreno fértil, a mi querido padre Enrique, gracias por creer en mi, tu voz de aliento me ha servido de impulsor para mis logros profesionales,
Esta reflexión  la dedico especialmente a los verdaderos padres  que se sienten aludidos,en su día , sinceras felicitaciones y que el Padre Celestial los siga iluminando y cada día que transcurra fortalezca el amor por sus hijos...

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